viernes, 21 de septiembre de 2007

Sobre los siete faros de la isla

**Cala Pregonda, el pasado 7 de julio, al abrigo del Cap de Cavalleria


El Consell Insular asegura que los siete faros presentan un nivel óptimo de conservación. Todas las instalaciones luminosas funcionan a través de sistemas automáticos y en la actualidad las viviendas anexas se encuentran deshabitadas.

Por antigüedad, el primero en construirse fue el faro del puerto de Maó, ubicado en la bocana de la ensenada, en la Punta de Sant Carles y sobre las ruinas del Castell de Sant Felip, en Es Castell. Fue faro desde 1852 hasta 1912, luminaria portuaria hasta 1961 y desde entonces ha funcionado como radiofaro, con 12 metros de altura y cuya luz se divisa desde 19 millas. A causa de la construcción de una batería militar, el faro fue derruido en abril de 1909. En 1912 se construyó sobre la Punta de Sant Carles una torreta metálica abatible, sistema ideado por la casa Barbier Bernard Turenne de París. Posteriormente, en 1961 se erigió el radiofaro sobre las ruinas anteriores. Este punto transmite, junto con el de Sant Sebastià, en Gerona, y el de Llobregat, en Barcelona, formando un triángulo de señales para la orientación de las embarcaciones en esta zona del Mediterráneo.

El segundo faro más antiguo, construido en 1857, es de Cap de Cavalleria, en Es Mercadal, ubicado sobre el acantilado de 90 metros de altura. Fue erigido a partir del Plan General de Alumbrado Marítimo de la segunda mitad del siglo XIX. Una de las personas que insistió en la construcción fue el historiador Pere Riudavets i Tudurí, debido a que el año anterior a su construcción se registraron ocho naufragios en la costa norte. El primer aparejo óptico fue fabricado por la casa Sautter de París. Tras varias actualizaciones técnicas, en 1922 se sustituyó la óptica por una construida por la casa sueca Seunerlator. Funcionó con este sistema hasta la automatización del faro, a finales de los años 80, a través de energía eléctrica producida por placas solares y baterías. El haz de luz llega hasta las 36 millas.

Un año después del faro de Cavalleria, en 1858 se construyó el del Cap d´Artrutx, en la costa sur de Ciutadella. Destaca la torre, de 36 metros de altura, con franjas horizontales alternas blancas y negras, la casa del farero y un patio cerrado por pared de piedra. Cuando se erigió, el sistema de iluminación era de petróleo. En 1930 se sustituyó por el sistema de acumuladores de acetileno, en 1970 empezó a funcionar con electricidad y se automatizó a finales de los años 80. En 1968 la torre se aumentó en 17 metros por encima de la base construida. Para la estabilidad se añadieron los cuatro nervios de hormigón que son visibles en la actualidad.

El siguiente faro en erigirse fue el existente en la Illa de l´Aire, en el municipio de Sant Lluís, frente a Punta Prima. Se inauguró el 15 de agosto de 1860. El constructor fue el ingeniero Emilio Pou, nombre que aún figura en un escudo en la entrada. Se levantó para iluminar gran parte de la costa sur de la Isla y se cruza con la referencia luminaria del faro d´Artrutx. La casa Sautter de París construyó la primera óptica, que llegaba hasta 20 millas. En 1911 se instaló una luz con sistema Chance 55 de petróleo. En 1964 se sustituyó la óptica original y en 1973 el sistema fue automatizado. La luz del faro se divisa a 30 millas y forma parte de una agrupación de señales marítimas donde intervienen 15 balizas en el puerto de Maó, una en la Punta de s´Esperó y dos en el puerto de Fornells. Se sitúa a 52 metros sobre el nivel del mar y la torre tiene una altura de 36 metros.

Contemporánea al faro de la Illa de l´Aire es la instalación conocida como Sa Farola, en la bocana del puerto de Ciutadella. Entró en funcionamiento en 1860 para facilitar la entrada a la ensenada de Ponent, a pesar de que algunos autores apuntan que la fecha de inauguración fue el 30 de abril de 1863. La casa Sautter de París también fabricó el aparejo óptico. Funcionó con el sistema Chance con luz de petróleo hasta que se electrificó, en la segunda década del siglo XX. La imagen actual es muy diferente a la original. En los años 80 el sistema de iluminación se automatizó. Es el último de los faros que ha sido habitado. El foco llega hasta las 10 millas y es intermitente, con óptica fija. Se sitúa a 20,35 metros sobre el nivel del mar y la torre tiene unos 11 metros de altura. Conserva una pantalla de luces de ocultación fabricada en 1920 y una máquina de rotación de principios del siglo XX.

De época más reciente es el faro de Punta Nati, en la costa norte de Ciutadella. Fue construido en 1913, tras el fatídico naufragio del "General Chanzy", en el cual perdió la vida toda la tripulación y el pasaje, excepto un único superviviente. El faro tiene una torre blanca, una cúpula y linterna de aluminio. Dispone de amplias dependencias para la vivienda del antiguo farero y un patio rodeado de muro de piedra. Fue habitado hasta la segunda mitad del siglo XX.
El faro más moderno de los siete existentes en la Isla es el de Favàritx, en Maó, que entró en funcionamiento el 20 de septiembre de 1922, en un intento de frenar los repetidos naufragios en la zona. Para su construcción se tuvieron que transportar los materiales en velero porque el camino de acceso aún no existía. La torre, de 30 metros de altura, está construida con cemento y piedras del mar de la zona, y está pintada con franjas alternas blancas y negras. Tiene dos terrazas en la parte superior con balustradas metálicas. La torre está adosada a un edificio rectangular de dos plantas, con otra casita de una planta. El primer sistema de iluminación fue el Chance 85, por vaporización de petróleo construido en Birmingham. La linterna y la máquina de rotación fueron fabricadas por la casa Maquinista Valenciana. La óptica, usada hasta 1971, fue ideada por la casa Barbier Turenne de París. En los años 80 fue automatizado. La luminaria se divisa a 26, 5 millas de la costa.

2 comentarios:

Olduvai dijo...

Hey Txiqui,

Que interesante tu entrada sobre los faros de Menorca!!

Es una lástima que los faros ahora sean automáticos. Los actuales fareros se dedican a mantener en funcionamiento de forma remota los faros, cambiando su forma de vida sedentaria, ligada a su linterna, por una furgoneta para recorrer cientos de kilómetros. Será el signo de los tiempos.

¿Sabias que los antiguos faros flotaban sobre una piscina de mercurio para que el mecanismo de giro fuera muy eficiente? Participé en la retirada de ese mecanismo en el faro del Llobregat. Una movida. En fin, batallitas.

DIsfruta de la Tramontana y de Menorca. Un abrazo y un petó a la Mont,

Oldu

Vicente B dijo...

estuve en Menorca hará cosa de un año, tal vez menos, y visité los cinco (los seis contando con el de puerto de Ciutadella) faros de la isla, ya que leí el libro de la isla de los cinco faros. Descubrí via internet el origen del de Punta Nati, y estoy buscando algo mas de información sobre el naufragio. Estoy ahora mismo haciendo mi blog de viajes, con el tema de Menorca. No se si me podrias ayudar con el tema.
En todo caso enhorabuena por tu blog de esta isla tan maravillosa.