La isla de los siete faros

** Faro sobre el Cap de Favàritx, costa norte de Menorca

Ha vuelto la calma a la isla de los siete faros... Favàritx, Cavalleria, Punta Nati, Sa Farola, Artrutx, l' Illa de l'Aire i Maó. Desde el XVIII hasta ahora, en la bocana de los puertos y en lo alto de los farallones. Con petróleo, eléctricos y automatizados... Habitados, miñlitarizados y abandonados... Se avistan desde las 19 hasta las 36 millas...

Dice Xavier Moret (10-09-07)
Los faros nos atraen con un magnetismo irracional. Al verlo de lejos, el faro de Favàritx, en Menorca, pintado a la manera tintinesca, te invita a acercarte con una fuerza que no admite réplica. Ocurre lo mismo con el faro del cabo de Creus, o con el de La Mola, en Formentera. Solo por el hecho de estar allí se convierten en fábricas de sueños de las que emanan historias de soledad, de mares rebelados, de naufragios y de heroicidades. Lástima que los faros de hoy estén casi todos automatizados, porque el silencio de los fareros es una música callada que, sin decir nada, lo dice todo.Marc Soler acaba de publicar un libro, Els fars de Catalunya, en el que repasa de arriba abajo, por la geografía, la historia y la literatura, los faros del país. Es un libro completo que enlaza con joyas como The Lighthouse Stevensons, una obra que explica la relación que mantuvieron con los faros los antepasados constructores de Robert Louis Stevenson. No es extraño que, tras vivir tantos años a la sombra enigmática de los faros, Stevenson terminara escribiendo La isla del tesoro, uno de los mejores libros de aventuras escritos jamás.En otros países, como por ejemplo Croacia, existe un programa turístico que incluye pasar una noche en un faro. Por lo que me dicen, hay cola. Y es que el mundo está lleno de soñadores que asocian el faro con la soledad y con la luz salvadora en mitad de la noche. En Catalunya hay un proyecto para que esto pronto sea posible, pero mientras no llega el momento podemos releer novelas como Al faro, de Virginia Woolf, o ver películas como El faro del fin del mundo, filmada precisamente en un falso faro del cabo de Creus.