martes, 15 de enero de 2008

Psst, psst... ¡Qué vienen, que vienen!


Ya llegaron los tiempos electorales de gritos y exageraciones, de promesas y empujones, de insultos y reproches. Y, como siempre, les oiremos sin escuchar mucho. Nos sorprenderán con frases ocurrentes y titulares sangrantes. Y como ya es costumbre, a última hora iremos, con el carné preparado y la papeleta sabida, a votar a quien menos nos convence, convencidos de cerrarle el paso a quien menos nos conviene.

Pero hay que mantener los mínimos, evitar que nos asalten superhombres, campeones e iluminados espabilados. Hay que mantener el tinglado porque lo otro es peor. Y ejemplos no nos faltan, demasiado recientes, demasiado próximos.

Vamos a dejarles que pisen los límites de su corrección profesional, que utilicen nuestras cuitas como argumentos arrojadizos y que se metan en nuestras casas con la excusa de la estadística. Yo no sé si valen lo que dicen. Sí sé que valen la pena. Porque lo otro es peor.

1 comentario:

Feliciti dijo...

La foto para mearse jajaja,lo de la alternativa catastrofista de puede ser peor,puede ser peor?